Una tubería galvanizada también se conoce como tubería de acero galvanizado. El galvanizado de la tubería de acero aumenta su vida útil y previene la corrosión hasta cierto punto. Esta enciclopedia presenta la clasificación, los principales usos y las características del proceso de fabricación de tuberías de acero galvanizado.
Clasificación
1. Tubería de acero galvanizado en caliente. El metal fundido reacciona con la matriz de hierro para producir una capa de aleación, permitiendo la unión entre la matriz y el recubrimiento. El galvanizado en caliente requiere un decapado previo de la tubería para eliminar el óxido de hierro de su superficie. Tras el decapado, se limpia con una solución acuosa de cloruro de amonio o cloruro de zinc y posteriormente se introduce en un tanque de inmersión en caliente para su galvanizado. El recubrimiento resultante es relativamente uniforme, posee una alta capacidad de adsorción y una larga vida útil.
2. Tubería de acero galvanizado en frío. El galvanizado en frío es un proceso electrogalvanizado. La cantidad de galvanizado es relativamente pequeña, y su resistencia a la corrosión y vida útil son mucho peores que las de las tuberías de acero galvanizado en caliente.
3. Tubería de acero galvanizado en caliente. La capa de aleación de zinc-hierro formada por la reacción entre la tubería de acero y el baño de galvanoplastia, la capa de aleación, la capa de zinc puro y la tubería de acero están integradas, y la resistencia a la corrosión es relativamente alta.
4. Tubería de acero galvanizado en frío. La capa de zinc y la tubería de acero se depositan de forma independiente. La capa de zinc es relativamente delgada y se adhiere simplemente a la superficie de la tubería, lo que facilita su desprendimiento. Por lo tanto, no se recomienda el uso de tuberías de acero galvanizado en frío para la instalación de tuberías de agua.
Usos principales: Las tuberías de acero galvanizado se utilizan habitualmente para la evacuación de gases y calor. También se emplean como tuberías de agua potable. Sin embargo, tras unos años de uso, se produce una gran cantidad de óxido e incrustaciones. El agua amarillenta que fluye no solo contamina los sanitarios, sino que también favorece el crecimiento de bacterias en el revestimiento. El óxido, además, provoca que el contenido de metales pesados en el agua supere los límites permitidos, poniendo en riesgo la salud pública. El Ministerio de Construcción de nuestro país ha estipulado que el uso de tuberías de acero galvanizado como tuberías de agua potable estará prohibido a partir del año 2000.
Características del proceso: La ventaja del galvanizado con sulfato radica en que alcanza una tasa de utilización del 100% y una tasa de deposición muy rápida. Sin embargo, debido a que la cristalización del recubrimiento no es suficientemente fina, su capacidad de recubrimiento profundo es limitada, siendo adecuado únicamente para tuberías y cables con formas geométricas simples. Tras la mejora del proceso, se añadieron sales de hierro a la solución original, lo que no solo conservó las ventajas del galvanizado con sulfato tradicional, sino que también mejoró su capacidad de recubrimiento profundo. Tras una mejora continua, los granos de recubrimiento utilizados en cables y tuberías presentan un acabado más fino y brillante que antes.
Fecha de publicación: 30 de enero de 2024